Amós Núñez es cuchillero. Pero, además, es uno de esos albaceteños que se embarcan en todo proyecto que se le ponga por delante, sobre todo, si promociona a la ciudad. Ahora, ésta le devuelve el testigo y será el pregonero de su Feria, la del III Centenario.

¿Quién le ha dado la noticia y cómo le ha sentado?

Me llamó el miércoles por la tarde la alcaldesa, Carmen, y me lo pidió y yo me sentí muy halagado, pero le pedí un tiempo para pensármelo y consultarlo con la familia. No podía decir que no y al día siguiente (ayer jueves) le dije que sí. Ya me han felicitado las portavoces del PP y de IU y lo sabe mi familia y algunos amigos cercanos.

Estoy contento, creo que es un honor y una responsabilidad, aunque también es un marrón grande. Trataré de hacerlo lo mejor posible, pero tengo los dodotis puestos.

¿Alguna idea tiene ya sobre lo que va, o lo que le gustaría, decir a los albaceteños?

Yo me conozco. Sé que aún es pronto. Tengo todo el mes de agosto, pero seguro que haré 1.000 borradores y los estaré cambiando hasta el último momento. Aparte de agradecer a quienes me han propuesto, porque de buen nacido es ser agradecido, entiendo que, de alguna forma, mi designación es un homenaje al sector cuchillero, por lo que también me referiré a éste, igual que al Museo de la Cuchillería, que el mismo día del pregón, el 6 de septiembre, cumple su sexto aniversario.

Aún así, tengo que ir sentando las ideas poco a poco.

Seguro que le dan algún que otro consejo, ¿ha recibido ya alguno para el guión?

Todos los consejos que reciba van a ser bienvenidos, no faltaría más, pero tengo que abstraerme un poco y hacer mi discurso, que sea personal. Soy una persona muy sentimental y algo tendré que llorar. Además, creo que las personas estamos más seguras, hablamos con más confianza, cuando lo que decimos nos sale del corazón.

Para ser pregonero ha de ser conocido por los albaceteños, ¿usted cree que lo es?

Imagino que algo habrá influido para que quienes me han llamado hayan pensado en mí, y también que haya más gente que me quiere, que que me desquiere, que de todo hay en esta vida. Sé que no puedo competir con el humor y las ocurrencias del pregonero del año pasado (el humorista y guionista Joaquín Reyes), es un genio, pero confío en que los que ese día vayan a verme sean benévolos. Y, sobre todo, espero hacer un pregón ágil, que no sea aburrido.

¿Sabe que comparte cartel -en cuanto a pregones- con el periodista Pedro Piqueras, que se encargará del taurino?

¿No me digas? Pues eso sí que me da también mucha alegría. A Pedro le tengo mucho cariño, creo que es un gran profesional y un tío estupendo. Estuve en el programa de Teresa Viejo, al que me invitaron, y Pedro tuvo un detalle precioso conmigo porque, aunque se tuvo que ir a Haití para informar del terremoto, me mandó un mensaje. Es un honor y un lujo compartir con Pedro Piqueras el título de pregonero.

¿Y su familia cómo se lo ha tomado, porque usted no para?

El más crítico de todos es mi hijo y lo primero que me ha dicho es, efectivamente, que me meto en todos los ‘fregaos’, pero después me ha recordado que es la Feria del III Centenario y que no podía decir que no. Mi mujer, mis hijos, mis hermanos, todos me han felicitado.